Camuflaje para la industria del automóvil

El punto de comienzo de un proyecto de automoción es la fase informativa por parte del fabricante, que informa a Formel D sobre los requisitos en cuanto al ámbito del camuflaje, al número de vehículos que se probarán y a las respectivas fases de desarrollo. En función de esto, el personal del proveedor de servicios preparará una hoja de especificaciones del producto con una descripción pormenorizada de todos los componentes del interior y el exterior que se deban modificar para la próxima serie.

Al inicio de la fase de diseño de este sistema, se produce una construcción del modelo en CAD y, codo a codo con la persona de contacto del cliente, se determinan los materiales y el alcance real del camuflaje. Por ejemplo, podría basarse en el estado de desarrollo del prototipo real o en el número de innovaciones. Durante la fase de diseño del sistema, los empleados también se fijan en los estándares de camuflaje específicos del cliente, determinan si hacen falta requisitos de camuflaje especiales y, sobre esta base, crean una primera representación virtual de las piezas individuales que deben montarse en el vehículo. A continuación, Formel D coordina los niveles de lanzamiento, que varían en función del fabricante, y aplica todas las solicitudes de modificación en la simulación.

Una vez el cliente ha dado la aprobación final, el proveedor de servicios primero expide la fabricación de piezas por embutición hechas de ABS, un terpolímero termoplástico, para una media de entre cinco y diez vehículos. Tras producir estos moldes mediante un proceso especial de termoconformado, se pueden fijar a la carrocería del vehículo y sirven para disimular el diseño. Paralelamente a este proceso, los empleados de Formel D procesan los llamados revestimientos de polietileno, producidos según los datos CAD en una máquina fresadora de control numérico, y los retrabajan para obtener la forma tridimensional deseada.

En cuanto los primeros futuros prototipos terminan la cadena de producción, Formel D los coge y los transporta en un camión cerrado “fuera del centro”. Cuando llegan al taller de desarrollo para prototipos seguros, el equipo inmediatamente empieza a montar las piezas de camuflaje y a recubrirlas, y reviste el interior con aplicaciones de tela y espuma fabricadas especialmente. Posteriormente, el primer vehículo totalmente camuflado pasa por otra fase de aceptación por parte del cliente y, a continuación, se realiza una prueba en el túnel de viento, durante la cual los expertos comprueban todos los aspectos relevantes de las pruebas holísticas, como el ruido, la estabilidad de las piezas individuales y la presión de contacto. La TÜV (asociación de inspecciones técnicas) es quien confirma si el vehículo es apto para circular.

A medida que el desarrollo del producto se acerca al lanzamiento al mercado, el número de elementos de camuflaje se va reduciendo. En función de la fase de desarrollo, el equipo del proveedor de servicios va variando el uso de los materiales: mientras que el camuflaje del prototipo camuflado cuenta con hasta 70 piezas por modelo al comienzo del proceso de pruebas, este número va disminuyendo continuamente hasta justo antes de empezar la producción en masa. Durante esta fase, el vehículo en preproducción solo suele necesitar camuflaje parcial para componentes individuales, que pueden estar tanto en el interior como en el exterior.

Para garantizar la reproducibilidad exacta del camuflaje de los prototipos, los empleados de Formel D documentan por escrito todos los pasos de trabajo. Esta documentación de las series de producción, de sus derivados o de la línea de diseño sirve de guía a la hora de montar las piezas individuales para la flota del modelo en cuestión y se entrega al cliente junto con el vehículo.

Después de finalizar la fase de seguridad y de realizar el lanzamiento final del primer vehículo en preproducción por cada serie de modelos, es cuando empieza el principal proceso de camuflaje para Formel D. En esta fase, cada mes pasan por el taller de desarrollo para prototipos seguros hasta 200 vehículos, incluyendo una zona de contención y capacidad para trabajar en paralelo con hasta 30 vehículos. En función de la demanda, los especialistas solicitan los componentes y materiales necesarios para todo el prototipo de una serie que haya encargado el fabricante y, además, guardan una reserva de suministros en el almacén. De este modo, las piezas pueden aplicarse a los vehículos entregados sucesivamente y sin retrasos. La propia flota de transporte de la empresa es quien suele devolver los modelos acabados directamente al cliente en 48 horas.

Actualmente, Formel D está procesando más de diez modelos en serie con una media de entre dos y tres derivados en paralelo. En función del ritmo de despliegue de los vehículos, podrían darse fluctuaciones en los intervalos de entrega, a las que los 50 empleados del equipo de camuflaje de Formel D pueden adaptarse. Por ejemplo, cambian de una operación de dos turnos a tres, si hace falta. Esto garantiza que se cumplan los estándares de calidad de forma consistente aun habiendo cambios sin antelación, que el equipo esté disponible para el cliente en cualquier momento durante todo el proyecto y que puedan responder individualmente a sus requisitos y solicitudes.